LEYENDAS RESCATADAS POR LA MEMORIA POPULAR

LEYENDAS de MENDOZA, Argentina


MI COMUNIDAD COMO MUSEO VIVIENTE. 1988/92.


NACIMIENTO DEL RIO ATUEL.

Cuentan la historia que en una llanura de Mendoza exist�a una tribu ind�gena, la cual ten�a un jefe llamado Tal�; �l era joven, tendr�a aproximadamente treinta a�os, era pac�fico, pero la sequ�a que desde hac�a tiempo azotaba a la tribu los obligaba a salir en malones en busca de agua.

Una vez cuando sali� Tal� conoci� a una muchacha que viv�a sola, a �l le gust� la joven y decidi� llev�rsela cautiva. Poco tiempo despu�s la joven se acostumbr� a la vida en la aldea.

Tal� no pudo esconder su simpat�a hacia la joven y as� comenzaron a hacerse amigos; el joven jefe pudo saber que la muchacha era hu�rfana, ten�a veinte a�os, se llamaba clara y le agradaba la tribu. El le confi� que su padre hac�a poco que hab�a muerto y que deb�a asumir como jefe de la tribu siendo muy joven.

As� pasaron varios meses, ellos se fueron enamorando y como Clara se hab�a ganado el cari�o de toda la tribu pronto se casa-ron. Pero este momento de felicidad no pudo cambiar la cruel realidad de la sequ�a que azotaba al pueblo, as� d�a tras d�a iban muriendo ni�os y ancianos.

Los blancos al enterarse de la situaci�n ind�gena, atacaron y acabaron a casi todos los hombres de la aldea incluyendo al desdichado jefe. Clara, enfrentando situaciones de mucho riesgo pudo escapar con su hijo reci�n nacido llamado Atuel.

Luego del ataque blanco, Clara volvi� y s�lo encontr� tras las ruinas dejadas, viudas, hu�rfanos y algunos hombres heridos, muriendo poco a poco por la falta de agua.

Decidi� entonces irse con su peque�o hijo Atuel adonde cae el sol, sobre las altas monta�as y as�, cerca de su esposo y del cielo comenz� a pedirle a los Dioses para que hiciera brotar agua para la tribu que sobrevivi� al ataque. Clara y Atuel ofrecieron sus vidas por amor a la aldea y all� entre dos cerros las l�grimas de Clara al morir fueron las causantes de que en ese lugar naciera un caudaloso r�o.

La aldea se llen� de j�bilo al ver llegar las aguas abri�n-dose paso por el campo desierto. Y los ind�genas supieron que un milagro hab�a ocurrido, buscaron en toda la aldea a la tan querida Clara y su hijo para informarles la buena noticia pero no los encontraron y entonces comprendieron que aquel milagro ocurrido era producto de un sacrificio.

Pas� un a�o de todo esto y la noche en que Clara muri� el r�o parec�a el llanto de un ni�o al golpear en sus riberas, fue as� como el nuevo jefe de la aldea reuni� a toda la tribu para comunicarle lo que los Dioses le hab�an informado y era que deb�a llamarle Atuel a las aguas que lloraban como el hijo de Clara y desde ese d�a el agua del R�o Atuel se caracteriza por su clari-dad, la que representa la pureza y fidelidad de Clara a su tribu y a su desafortunado esposo.

Si esta leyenda fuese real deber�amos estarle agradecidos a Clara por haber entregado su vida y la de su hijo para que nacie-ra esta fuente natural que forma el gran oasis de riqueza en el sur mendocino.

CLAUDIA ALVAREZ y DANIELA ZOLORZANO.


LA LEYENDA DE LA VID.

Hace mucho tiempo, en el actual distrito Las Paredes, viv�a un hombre con su esposa y sus tres hijos.

Era una familia modesta, todos muy trabajadores y honestos. El mayor de los hermanos ten�a 25 a�os. Le gustaban mucho los animales y cuidaba y quer�a a su alaz�n con el que se pasaba horas y horas, habl�ndole y cepill�ndolo.

El segundo y el menor ayudaban a su padre en las tareas de regar, podar y mantener los durazneros en buenas condiciones. Todos los a�os sacaban una muy buena producci�n, gracias al esmero de toda una temporada.

Un d�a naci� entre los frutales una planta rara, de hojas dentadas en forma de tr�bol, a la que el hombre no le dio mayor importancia y, como a la yerbamota, el clavel amarillo y la chepica, a la plantita tambi�n la sac�. Esa planta era la vid. Hab�a nacido la vid!

Un d�a, como de costumbre, estaba sacando los yuyos y cuando fue a sacar la plantita apareci� una mujer vestida de blanco, en el fondo de la hilera de duraznos. La mujer se fue acercando lentamente. El hombre hab�a quedado paralizado ante el asombro.

La mujer le habl� as�:

-Soy la enviada del Dios Inti (sol). Va a castigarte porque has sido muy cruel con la planta que tienes frente a ti. Este a�o no cosechar�s por m�s que te esfuerces por tu plantaci�n. Debes sacar esta planta y enterrarla en aquel campo.

La bella mujer le se�al� un campo que estaba cerca de sus frutales.

-Deber�s regarla siempre que por la noche aparezca Mama Quilla entera(luna llena). Esta planta se reproducir� por tu campo y al cabo de unos a�os tendr�s una buena cosecha. Esta planta se llama vid.

La mujer acab� de decir esto y desapareci� tan s�bitamente como hab�a llegado.

El hombre hizo lo que la bella mujer le hab�a dicho y, efectivamente, al cabo de unos a�os cosech� unas uvas grandes y dulces.

La uva representa la dulzura de la mujer, y sus semillas el coraz�n chiquito del hombre, por el trato hacia la plantita cuando la vio por primera vez.

Su primer derivado fue el vino, que es tan viejo como esta leyenda y moneda fuerte de nuestra provincia. El hombre, en su af�n de progreso trat� de darle otros usos como: vinagre, derivado del vino, champagna, mostos concentrados que por su alto contenido de az�car ha sustituido este producto para hacer dulces; tambi�n se hacen aceites y las riqu�simas pasas de uva.

La uva es y ser� un producto insustituible en nuestra provincia.

ANDREA CHIDAINE. Esc. Los Andes, Ruta nro. 143. RAMA CAIDA.


RINCON DEL ATUEL.

No puede calcularse con exactitud la fecha en que comenz� el poblamiento ind�gena de nuestro territorio, me refiero a los Huarpes que habitaron parte de Mendoza, San Juan, San Luis. Una tribu de esta raza se instal� en el lugar donde para nosotros es "Rinc�n del Indio", donde construyeron sus viviendas con paredes de piedra y techo de paja.

Cre�an en una divinidad superior, "El Rey Sol", contemplaban las estrellas, la exactitud con que cada flor se reproduce y el agua con esa vida simulando flores.

Pero de pronto como nubarrones negros que enturbiaron la calma y los rayos tibios del sol, llegaron los colonizadores en busca de tierras y un disparo que retumb� en el valle anunci� como una campana que redobla su muerte de palomas.

Y en esa noche la tribu qued� enterrada, en la misma tierra f�rtil donde hab�an vivido repleta de sue�os, de gemidos y en los restos de flechas ensangrentadas quedaron las sombras y el esp�ritu e los indios luchadores.

Pero un valiente heroico mal herido, huy� del disturbio refugi�ndose en un rinc�n frente al infinito, entre piedras grises dej� que su alma vagase en la brisa c�lida, tr�mula y tendido mir� hacia la nada y vio que se alejaba cada vez m�s, sin ojos, sin peso, sin contorno.

Pero ese rinc�n que tanto ha enaltecido a nuestro pueblo siempre estar� presente como un mundo de piedra, un rumor de p�jaros advirtiendo que la muerte est� siempre despierta.

Personaje hist�rico: Indio Atuel.

LETICIA B. LUCAS. Esc. A. Di Benedetto


CA�ADA SECA.


LEYENDA DE "LA JOVEN DEL BAILE".

Dice la gente que una vez en San Rafael, se encontr� un joven en un baile con una chica muy hermosa. Bailaron hasta la madrugada. Cuando salieron hac�a mucho fr�o. El le prest� su saco porque ella estaba desabrigada. La jovenle dijo que retirara el saco de su casa, d�ndole la direcci�n y su nombre.

Cuando �l fue a buscarla y a recuperar el saco, lo atendieron los padres de ella. Al preguntar por la chica le dijeron que era su hija pero que hab�a muerto hac�a cinco a�os. El no les crey�.

Lo llevaron al cementerio donde estaba enterrada. All� en la tumba encontraron su saco. Los padres le dijeron que la hab�an enterrado con un vestido rosa, como

�l la hab�a visto en el baile.

Hab�a estado bailando con una muerta.

MARCELA JAQUELINA MONTECINO. Esc. A. Di Benedetto.


Los alumnos de 7mo. grado hemos hecho una investigaci�n en esta zona, preguntando a los familiares y vecinos sobre leyendas, hechos reales y fant�sticos.

La Finada.

Una noche hab�a un baile en el Club Campesinos. Un muchacho hab�a bailado toda la noche con una chica que ten�a fr�o, el muchacho le prest� una campera y subieron al auto del muchacho. Iban llegando al cementerio y la chica le dijo al muchacho que all� era su casa. Se bajaron del auto y la chica se sac� la campera que le hab�a prestado el muchacho y la dej� en el auto. Ella se fue corriendo y entr� al cementerio.

El muchacho asustado no se animaba a tomar la campera. Se fue a su casa y lleg� enfermo. Poco tiempo despu�s falleci� del susto.

La chica era una finada.

MONICA ALEJANDRA MORANT, MARIA A. MODON y LARA CAROLINA BRIZUELA. Esc. Rep�blica de Bolivia.


REAL DEL PADRE

RINCON DEL INDIO.

Hace muchos a�os en un lugar aqu� de Real del Padre, viv�a un indio llamado Caupolic�n, era el �nico sobreviviente que quedaba de su raza.

Este amaba la libertad, su hogar estaba hecho con cuero de caballo, cultivaba la tierra, cosa que le gustaba mucho.

Caupolic�n era de baja estatura, �gil y muy resistente, su dios era el sol a quien adoraba mucho, sus amigos eran s�lo su caballo y los p�jaros que alegraban los d�as del pobre indio.

Era feliz, aunque extra�aba mucho a su gente, a sus amigos, a las personas que �l quer�a mucho y que en ese momento no estaban junto a �l para compartir su alegr�a, cu�nto los extra�aba, cu�nto deseaba estar a su lado, pero eso no era posible, ellos se hab�an ido lejos, alg�n d�a estar�a junto a sus seres queridos.

Pero un d�a sucedi� que llegaron a su hogar unos hombres que odiaban al pobre indio que nada les hac�a, �l, sin saber la raz�n por que atacaban su choza los miraba con asombro, no entendi� qu� pasaba, aquellos hombres sin compasi�n, sin un poquito de amor en su coraz�n mataron a Caupolic�n y lo dejaron tirado junto a su choza, se llevaron su caballo y rompieron todo lo que el indio hab�a constru�do.

Todo aquel para�so que Caupolic�n hab�a hecho con su esfuerzo qued� olvidado hasta que un d�a, un hombre que quer�a mucho a la raza ind�gena, comenz� a hacer averiguaciones sobre el indio que hab�a vivido all�.

Entonces aquel hombre, con su esfuerzo que era muy parecido al esfuerzo de Caupolic�n, comenz� a plantar muchos �rboles a los que regaba con el agua del r�o Atuel que pasaba por aquel lugar, luego con la ayuda de sus amigos hicieron un puente que cruzaba el r�o, colocaron grandes piedras alrededor de �ste para que se dividiera en dos partes.

Al quedar terminado su trabajo invitaron a mucha gente a conocer el lugar, todos ellos quedaron asombrados al ver aquella maravilla que hab�an constru�do.

Hoy d�a, con muchos m�s arreglo, aquel lugar es algo hermoso donde muchos j�venes y gente mayor van a pasar una tarde feliz. El lugar se llama Rinc�n del Indio, le pusieron as� en homenaje a Caupolic�n que habit� y dej� para todos un lugar muy lindo y feliz, porque �l, su felicidad, la hab�a vivido all� en aquel lugar que era su hogar y un para�so donde qued� muerto y enterrado hasta el d�a de hoy.

LAURA MIRIAM PE�A. E.B.T.A.


LA LEYENDA DEL "RINC�N DEL INDIO".

Hace tiempo aqu� en Real del Padre exactamente al sudoeste de este pueblo exist�a una aldea ind�gena sobre la margen derecha del r�o Atuel, �sta se llamaba posiblemente Mal�, depend�a del imperio Inca que se extend�a en toda la orilla de la Cordillera de Los Andes. En esta aldea que se cree estaba en conflicto con los incas por su independencia, exist�a un jefe que ten�a un hijo llamado Puy�.

El joven de unos 20 a�os de edad, deb�a ir de pesca todos los d�as r�o abajo para traer el almuerzo a sus padres y hermano. Un d�a, Puy�, cuando estaba de pesca, vio a una linda joven blanca que paseaba por la orilla izquierda del r�o.

Ella era la hija de un colono mendocino que se hab�a asentado poco tiempo atr�s en esta zona, por supuesto �stos desconoc�an totalmente la existencia de una aldea ind�gena ah�, tan cerca.

As�, con m�s raz�n que antes, Puy� bajaba m�s y m�s seguido a pescar ya no para alimentar a sus padres sino por afici�n. Un d�a Puy� decidi� hablar a la ni�a.

Esta, al ver a un indio, corri� espantada pero �l la alcanz� y mostr� que no quer�a hacerle nada malo, ella comprendi� aunque atemorizada. Y as� d�a tras d�a se fueron haciendo amigos.

Pero en ese tiempo un sobrino del colono que pretend�a a la joven lleg� a la casa de �ste. Al sobrino le sorprend�an las salidas de la joven hacia el r�o y un d�a decidi� seguir la, fue el mismo d�a en que Puy� hab�a decidido declararle su amor a la ni�a.

Cuando el sobrino lleg� a ver al indio besando a su prima pretendida, se indign� y trat� de separarlos golpeando a Puy�, que con justicia se defendi� ;el sobrino qued� realmente lastimado, pues m�s habilidoso que un indio no hay nadie.

El sobrino se llev� a la joven y Puy� se retir� contento a su casa por el s� de la ni�a y la golpiza que le hab�a dado a ese blanco entrometido.

El pretendiente de la hija del colono al llegar a la casa cont� todo al viejo y luego de castigarla severamente logr� que la ni�a dijera a la hora en que se iban a ver al otro d�a.

Era un d�a de sol radiante como ning�n otro para Puy� y baj� juntando algunas flores para su amada, pero en vez de ella se encontr� a dos hombres con dos rifles que lo apuntaban, comprendi� que deb�a escapar y eso hizo. Despu�s de mucho correr, Puy� se escondi� entre una rocas que estaban rodeadas por un gran monte que todav�a estaba seco, aunque por abajo comenzaba a aparecer el verde primaveral. Puy� crey� estar a salvo pero pronto descubri� que hab�a algo que estaba mal: humo, humo que lo asfixiaba.

S�, el padre de la joven y su sobrino como unos perfectos cobardes hab�an incendiado aquel monte y all� entre las rocas muri� aquel que s�lo amaba a una mujer.

Ella, la joven, nunca olvid� su amor y todas las primaveras sus flores aparecen en aquel rinc�n y aunque no se encontr� el cuerpo del joven nunca se supo si muri� o volvi� al regazo de su familia; pero �l maldito odio y prejuicio, con la cruz en la mano y la bandera en otra mano, olvidaron lo que cada cosa significa y arrasaron con la aldea Mal� en la tan famosa evangelizaci�n de la Patria. Desde entonces esta parte del r�o se denomin� "Rinc�n del Indio". Pero es necesario saber que en agosto de 1988 fue encontrado sobre la margen derecha del R�o Atuel un cementerio ind�gena.

"...Quiz�s esta leyenda sirva para aquellos que profetizan el patriotismo y la palabra de Dios y son capaces de pasar por alto el amor de dos seres y la cultura de un pueblo..."

RAMON ANGEL PEREZ. E.B.T.A., REAL DEL PADRE.


EL NIHUIL.

La Trascendencia.

Una leyenda sobre El Nihuil: Cuenta la leyenda que el nombre de El Nihuil proviene de un cacique llamado "Nahuelc�" que en lengua mapuche significa "agua del corral". Que perseguido por un Regimiento al verse obligado a huir tuvo que saltar el denominado Salto del Indio.

Al comenzar a ser atacadas las tribus que ocupaban el lugar, mediante encarnizadas y sangrientas luchas entre indios y hombres blancos se fueron terminando las tribus, y en los lugares donde hab�an estado asentados los indios eliminados se iban instalando algunas personas m�s cercanas del lugar.

Tranquilos, sin tener a los indios, su estabilidad era duradera. Al no ser molestados por nadie pod�an hacer sus trabajos de campo con suma tranquilidad y criar animales tales como ovejas, vacas, chivos, caballos, etc., y en este lugar como en todo el sur mendocino se fueron formando pueblos.

Escrito por los chicos de tercer a�o de la Esc. Ing. Florencio Casale de EL NIHUIL.


MALARGUE.

LOS MOLLES.


La Lagunas de la Ni�a Encantada.

La tribu del cacique Calihu� llevaba muchos a�os errantes, trasladase de un lugar a otro para conseguir el alimento necesario.

Un d�a llegaron a la sierra de Vimay Cur�, paisaje de incomparable hermosura, donde hab�a una laguna. Calihu� resolvi� quedarse all�.

Pero no eligi� ese lugar por su hermosura sino porque hab�a agua y abundante caza y sobre todo porque pod�a construir la aldea.

Calihu� ya era viejo pero su valor y astucia no hab�an disminuido. Y una vez m�s triunf� cuando atac� a la tribu de �aucap�n llev�ndose a su hija la hermosa Elcha.

Calihu� no era malo pero la ni�a lloraba y gem�a. En las tardes se iba a la laguna y en las aguas se reflejaba el rostro triste de la indiecita, las ausencias de Elcha se hac�an cada vez m�s prolongadas.

Hasta que un d�a el cacique esper� en vano su regreso y fue a buscarla a la laguna.

Estaba all� en el cerro convertida en piedra. Reflejando para siempre el rostro triste en la laguna.

MONICA A. MORANT, MARIA A. MODON y LARA CAROLINA BRIZUELA.

Esc. Rep�blica de Bolivia, Ca�ada Seca.


HISTORIA DEL PUENTE COLORADO.

En el tiempo de la colonizaci�n, los espa�oles avanzaban destruyendo todas las tribus que encontraban a su paso. Entonces se reunieron todas las peque�as aldeas, hasta formar un potente grupo ind�gena que logr� destruir gran parte de estos invasores.

Los terribles guerreros les cerraban el camino a los conquistadores, que quer�an apoderarse de sus sagradas tierras. Las tierras estaban rodeadas por un caudaloso r�o. Tambi�n obten�an todos los a�os gran cantidad de cosechas, que sacaban de sus plantaciones como ma�z, mandioca, papa y otras especies. Criaban animales que ten�an doble prop�sito: como alimento o bien para sus andanzas.

Las tribus estaban bajo el mando de un cacique, que era el m�s sabio y �ste ten�a un hijo cuyo nombre era "Colorado", su Dios protector se llamaba Inti (el sol).

A medida que crec�a se iba convirtiendo en un robusto y valiente indio, que demostraba cazando fieras salvajes para obtener las pieles y abastecer a su familia.

El participaba continuamente de todas las luchas, las que eran muy seguidas y abundantes.

Sorpresivamente y de una manera aterradora e impresionante los conquistadores con todas sus armas tomaron prisionero al pueblo ind�gena, logrando el ya cacique Colorado.

El ide� una manera de salvar la vida de su pueblo, escapando por el gran r�o que rodeaba aquel lugar, pero este plan fall�; cuando regres� ya hab�an asesinado a todo aquel valeroso pueblo, hombres, mujeres y hasta los ni�os.

Desesperado decidi� enfrentar a los asesinos corriendo hacia el puente que atravesaba aquel r�o pero all� lo esperaban con poderosas armas para matarlo, lo cual hicieron sin piedad alguna cubriendo el puente de sangre.

Inti, su protector, veng� su muerte dejando sin agua el r�o, hasta que �stas personas murieron de sed, luego de esto volvieron a brotar aquellas corrientes y en homenaje a este valiente guerrero que intent� salvar a su pueblo le llam� a aquel puente "Puente Colorado".

JAQUELINA BARROS, VERONICA MORENO y SONIA MASSA. Esc.E.B.T.A. Real del Padre.


Leyendas pertenecientes a la Primera compilaci�n de textos del Proyecto MI COMUNIDAD...

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